Los Llaureles
Si nos preguntan sobre una recomendación basada en los restaurantes que visitamos en el último año, seguramente Los Llaureles serían las primeras palabras que salieran de nuestra boca. Varias personas nos hicieron hincapié en los últimos meses, sobre la necesidad de visitarlo, basándose en la calidad de su cocina, su entorno y la originalidad de la propuesta gastronómica que se puede disfrutar en este establecimiento de Torazu, en el concejo de Cabranes. Como preferimos contar las cosas en función de nuestra experiencia, llamamos con 15 días de antelación para reservar una mesa con la intención de comer en un soleado domingo. Es necesaria la reserva previa, ya que el comedor consta de pocas mesas y tiene una demanda considerable.
Una vez en el pueblo de Torazu, hay varios carteles que llevan con mucha facilidad hasta la puerta de Los Llaureles. La carretera termina en una finca donde se ubica el hotel rural y el restaurante, con un cómodo aparcamiento. Una vez sentados, nos sorprendió que nuestra mesa era para seis personas y nos la habían reservado con una ocupación de dos, deshechando las otras cuatro. Esto hacía que la tranquilidad reinase en el comedor, debido a la suma del escaso número de mesas con el número justo de comensales para poder disfrutar de la comida con la tranquilidad que el entorno requería. El restaurante tiene un menú cerrado de temporada, en esta ocasión probamos el de primavera.
comedor de los llaureles
En la espera del primer plato, llegó esta sorpresa, unos dátiles dulces enriquecidos con el contraste de sabor que proporcionaba el queso de su interior. Un bocado delicioso y sorprendente que supuso la antesala de una gran jornada.
aperitivo de dátiles
El primer plato del menú fue una "sopa" muy especial. Se trata de una composición con arena de algas, berberechos, melón, habas y fumé de pescado con cítricos. El plato terminaba de componerse por los propios comensales al mezclar el fumé con los demás ingredientes en la mesa.
migas de mar y tierra
Seguimos con un taco de atún rojo, sandía, mango macerado en salsa tajín y miel con aguacate encima y hebras de chile para dar amargor. Un bocado muy sabroso, de los que quedas con ganas de comer mas y donde cada ingrediente era una joya de sabor y textura aunando fuerzas con un mismo fin.
taco tropical y atún rojo
Después llegó un plato compuesto por una compota de manzana y papaya, sardina, bacon braseado, queso duro y canela. Otra original receta, con ingredientes que, a priori, no tienen nada que ver entre si pero que componen un producto final muy cuidado y resolutivo.
manzana papaya y sardina
El siguiente plato se componía de una
base de crema de foie y horchata, encima tenía una salsa de cubalibre con su
ron, cola y lima, almendra garrapiñada y flor comestible. Un plato que suponía un juego de sabores en cada capa, el cual disfrutamos, primero por separado y posteriormente todo junto. De las dos maneras el resultado era excepcional. Mención a parte para la gelatina de cubalibre.
cuba libre
Llegó uno de los platos que mas nos gustó del menú. Como en muchas otras facetas de la vida, menos es mas. Si algo funciona no hay que cambiarlo, simplemente pulir los cantos para perfeccionar la fórmula del éxito. Ese puede ser el resumen de esta receta de picadillo casero, huevo de pita de corral, crema de quesu gamonéu, una patata frita con migas de tomillo y pimentón. Receta tradicional donde las haya, pulida y perfeccionada para conseguir una joya. Calar el cubierto desde arriba hasta el fondo del plato y llevarlo a la boca provocaba una explosión de tradición, modernidad y buen gusto.
picadillo remasterizado
Llegó el momento de un plato fresco, un salmorejo de melocotón con migas de pistacho y escarcha de queso blanco. El salmorejo tenía una cremosidad como nunca habíamos probado. El toque frío lo daba la escarcha de queso blanco y el toque crujiente y salado, el pistacho. Un plato con un sabor y textura increíble. El salmorejo llevado a otro nivel.
salmorejo de melocotón y escarcha
Otra de las sorpresas de la comida fue una panceta ibérica cocinada durante tres horas para desgrasar y braseada posteriormente, acompañada de una crema de tres ajos y tacos de membrillo para dar el punto dulce. Sabemos que muchos de nosotros nunca comeríamos algo así en nuestras casas, y prácticamente en ningún restaurante. Podemos asegurar que prácticamente cualquier plato puede ser de alto nivel si está preparado con la suficiente pericia. Este en concreto nos sorprendió gratamente. La panceta no dejaba una sensación aceitosa o grasienta, centrándose toda la atención del paladar en su estupendo sabor. El contrapunto dulce y la crema de tres ajos eran una compañía perfecta para la protagonista del plato.
ajo en tres cocciones y panceta ibérica
El primer postre era una original composición de una base de crema pastelera, cacahuetes con miel, sal y gominolas de
sidra, manzana, aire de hierbabuena, apio y un musgo de te verde. Evidentemente nunca habíamos probado algo así.
musgo
El último postre fue una panna cotta de café, toffe, nuez de macadamia y espuma de leche. Una taza con diferentes niveles de texturas y sabores para poner el punto final a una comida que no olvidaremos con facilidad.
panna cotta
PUNTUACIÓN:
- Comida: 9
- Calidad/Precio: 9
- Ubicación: 9
- Accesibilidad: 7
- Decoración: 9
Mucha gente nos recomendó repetidas veces la visita a Los Llaureles, pues bien, pensamos que se quedaron cortos. La relación calidad precio es de lo mejor que se puede encontrar en todo Asturies. La atención, el gusto con el que está confeccionado el menú y el entorno en el que se ubica son sus puntos fuertes. No sabemos cuanto durará este formato de calidad, pero si no habéis estado, hay que visitarlo cuanto antes. Nosotros estamos esperando que cambie el menú para volver. La comida estaba acompañada de una selección de panes artesanales de un nivel altísimo y justo en la entrada nos preguntaron si teníamos alguna alergia alimentaria, adaptando todos los platos sobre la marcha a esta peculiaridad. El precio del menú es de 32€, bodega a parte. Desde hoy, nos declaramos fans incondicionales de Los Llaureles.
Camino de Miyangues, 2 Torazu
629769059
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