El Cucharón de Amada

Una celebración con amigos nos llevó a conocer El Cucharón de Amada, un restaurante de Lada, en el concejo de Llangréu del que nunca habíamos oído hablar. Los días previos a su visita nos comentaron que era un establecimiento donde se podía degustar comida casera tradicional asturiana. Tras haber reservado una mesa con unos días de antelación, nos acercamos un domingo para poder conocer su cocina y compartirla con vosotros.

El Restaurante está situado en la carretera general de Lada, justo al lado de la iglesia y en frente de la mítica fuente del güevu. Se compone de una zona de bar con la barra a la izquierda, unas mesas y un pequeño comedor al fondo en otra habitación. Nosotros nos sentamos en el comedor, menos ruidoso y más tranquilo.

el cucharon de amada

Tras tomarnos nota y una corta espera, empezamos la comida con unos mejillones a la marinera, cocinados al estilo casero. La salsa estaba tan sabrosa que bien merecía acompañar a un buen arroz. La verdad es que daba pena dejarla en el plato. Los mejillones fueron los únicos representantes del mar en nuestro menú.

mejillones a la marinera

Continuamos con un plato mas contundente, picadillo con huevos fritos de casa sobre una cama de patatas fritas. Se notaba en la calidad de los ingredientes el origen casero, sobre todo en los huevos. Este plato es un valor seguro en un chigre tradicional asturiano, uno de esos lujos que se hay que dar de vez en cuando.

picadillo con patatas y huevos fritos

Para mitigar el aporte calórico y poner el contrapunto al menú, probamos también una ensalada mixta. No es la primera vez que disfrutamos una sencilla ensalada en este tipo de restaurantes tradicionales. Los ingredientes de la ensalada eran de alta calidad, dando la sensación que estaban sacados de una huerta cercana.


ensalada

Terminamos con un adobo con patatas fritas. Este plato siguió la línea de los anteriores, aunque, quizás fue el que menos nos llamó la atención por que hubiéramos necesitado un punto mas de ternura.  En este punto de la comida no había ningún atisbo del hambre con el que cruzamos la puerta del restaurante.

adobo con patatas fritas

Aunque ya no podíamos comer mas, simplemente con sentir el nombre de los postres caseros disponibles fue suficiente para convencernos que la comida todavía no había terminado. Uno de los que escogimos fue un tradicional frixuelu con chocolate.

frixuelu con chocolate

También probamos la mítica tarta de queso casera con la que cerramos la comida de ese día. En ese momento solo nos apetecía un buen paseo para bajar la fartura.

tarta de queso


  • Comida: 6
  • Calidad/Precio:6
  • Ubicación: 5
  • Accesibilidad: 6
  • Decoración: 4
Total: 27 ptos.





0 comentarios: