Dindurra
Uno de los locales más emblemáticos de Xixón, es el Café Dindurra, situado al lado del Teatro Jovellanos en pleno Paseo de Begoña. Tras su inesperado cierre, ha vuelto a abrir sus puertas trasformado este local abierto en 1901, en un moderno restaurante, respetando las características arquitectónicas del café original. En un frío sábado de diciembre, nos acercamos al Dindurra para, desde una de sus mesas, sentirnos parte de la historia de Xixón, disfrutando de su cocina. Habíamos leído numerosas críticas negativas en la red sobre la pobre atención de su personal. Nuestra experiencia fue totalmente positiva en este aspecto. Al ser un local grande, con un gran aforo y música en directo, el nivel de decibelios es superior al deseado para mantener una conversación con el resto de comensales, pero esto no impidió que pasaramos una agradable velada de invierno. En esta ocasión, la calidad de las fotografías es pésima, debido a la dominante de color que provocaba la luz cálida que inundaba el interior del local.
Empezamos con unas verduritas a la plancha acompañadas de una sabrosa salsa romesco. Trigueros, judías verdes, cherrys, brócoli, setas y calabacín eran los componentes de este plato, en un perfecto punto de preparación con total ausencia de aceite.
verduritas a la plancha con salsa romesco
El segundo plato elegido fueron unas croquetas de cecina y queso de cabra, perfectamente acompañadas por una crema de manzana que daba el contrapunto dulce al plato. Las croquetas tenían una buena cremosidad y sabor.
croquetas de cecina y queso de cabra
Llegó la hora de los platos con más consistencia. El primero, unos dados de ternera asturiana con salsa de gamonéu, patatas fritas y pimientos. La carne era de calidad, teniendo la ternura necesaria para que este tipo de platos se haga agradable al paladar. La salsa de quesu gamonéu nos parece un acierto para acompañar esta carne, por que es más mucho suave que la tradicional salsa de cabrales.
dados de ternera asturiana con salsa de gamonedo
El útimo plato llegó presentado en la típica pizarra que empieza a ser un elemento fijo todos los restaurantes, como en su día lo fue la reducción de vinagre de módena. Eran unas brochetas de pollo teriyaki acompañadas de un cuenco de arroz frito thai. El teriyaki es una técnica de cocción de la cocina japonesa en la cual los alimentos son asados (al horno o a la parrilla) en un adobo de salsa dulce. El resultado fue un plato fácil de comer, completo y sabroso, con el que pusimos fin a la cena.
brochetas de pollo teriyaki con arroz frito thai
A la hora de los postres, pedimos una mousse de tres chocolates adornados con unas grosellas. Un postre digestivo y ligero que haría las delicias de cualquier amante del chocholate.
copa tres chocolates
Otro postre elegido fue una mousse de afuega'l pitu con helado de frambuesa y piña. Toda una mezcla de sabores que se unían de forma agradable en la boca.
copa de mouse de afuega el pitu a la menta
Puntuación:
- Comida: 8
- Calidad/Precio: 7
- Ubicación: 8
- Accesibilidad: 7
- Decoración: 7
Pese a lo leído en la red, nuestra visita al Dindurra solo puede definirse como positiva. Su localización, su cocina y su singularidad, hacen que merezca la pena traspasar sus puertas y dar una oportunidad a esta nueva vida del Café Dindurra. Queda pendiente la visita para poder saborear uno de sus menús del día. La cuenta ascendió a un total de 80 euros para cuatro comensales, incluyendo bodega e infusiones.
Paseo de Begoña, 11.
Tlf: 984181820
0 comentarios: